mercredi 5 janvier 2011



C’est l’origine de la chair. La chair émouvante, la chair blanche et imberbe, tendre – de l’enfant. C’est à la fois l’homme, presque le vieil homme, et l’enfant, nouveau-né, tout petit, tout fragile. C’est tous les âges. Toutes les couches du sensuel épidermique et intellectif. La poésie. La peau qui aime. Que j’aime, toi. Ma seule connaissance.




Es el origen de la carne. La carne conmovedora, la carne blanca e imberbe, tierna – del niño. Es a la vez el hombre, casi el anciano, y el niño, recién nacido, pequeñito, frágil del todo. Es todas las edades. Todas las capas de lo sensual epidérmico e intelectivo. La poesía. La piel que ama. Que amo, vos. Mi solo conocimiento.


5 commentaires:

Gg a dit…

FERMOSO...

trovador errante a dit…

Claro que si, la piel no tiene edad...o las tiene todas...lo bueno de ser piel vieja y saber y recordar la piel de niño, de adolescente, de joven...y sentirlo de nuevo desde la experiencia...más allá de la sorpresa y el éxtasis...condensar la sensación...

Un abrazo ma petite,
Kike

J. G. a dit…

Está genial tal como lo expresas.

Sergio a dit…

mi sola flor del espejo.

Aurélia Jarry a dit…

Hermosos ustedes, pieles de escritura...