vendredi 8 juin 2012

Encuentro por el tiempo (V)


Y es que la desconexión tenía que ver con lo inédito. Con eso de la presencia cuando no tiene que ver con el poder - del uno sobre el otro. Cuando ya no se trata de posesión - te amo te tengo te ato. Cuando se trata más bien de geografía, de viaje. Hice todo este recorrido porque quería conocer esta tierra. Porque esa curiosidad tengo. Ese deseo. No por tema conquistador. No para echarte de tu tierra e instalarme yo en ella. No para violar a la mujer indígena. Sólo visitar algo diferente a lo mío. Diferente mas afín. Complementario. Tampoco ajeno del todo. Conectado. Llegar a ese lugar del otro para intentar coexistir con la alteridad de verdad. La que siempre se echó en falta. La que por eso atrae. Terra incognita. 

Ella había pasado el examen de danza y se había ido a Madrid. Se había ido a Madrid porque necesitaba reanudar el hilo roto por la muerte del espejo. Porque necesitaba regresar al lugar originario. Donde había empezado todo. Donde había empezado todo de verdad. Por el deseo mismo. Justo antes de conocerlo a él. También. Año 2001. Septiembre. Justo después de la caída de la Torres Gemelas. Día mismo de la explosión de Tolosa. Justo después del más allá de la autodestrucción personal, y de la ruptura con todo. El primer agotamiento intelectual, también. La primera experiencia extrema con la escritura teórica. Escritura, Literatura, Arte. La ruptura. Con todo. Todos. Soltar las amarras. Todas. Por necesidad de supervivencia. Cambiar de idioma incluso. Cambiar, sobre todo, antes que nada, de idioma. El lugar del sol, el lugar donde encontrar con quien hablar de literatura, donde encontrar la forma de estudiar filosofía sin que nadie lo prohibiera, donde encontrar a una verdadera maestra de danza, la primera, el lugar donde le empezó a gustar el vino, donde conocer a artistas. El lugar donde estar lejos. Por vez primera.

También necesitaba conocer a la hija de su amiga escritora nacida un año atrás. Poder enseñarle a su amiga cómo había salido de la muerte. También necesitaba volver a ver a su compañero de danza butoh. Ver qué había sido de él. De sus proyectos artísticos. Y también, que le hiciera acordarse, él, de que se habían visto, sí, en el 2010. Cuando ella se había olvidado de ello. Ella que no se olvidaba nunca de nada. Pero por eso de la muerte. Necesitaba volver a lo más suyo. Volver al lugar donde había empezado todo. El fin del acto uno. El aliviarse de las ataduras equivocadas. 

Estaba volviendo al lugar de ella cuando justo se acababa de volver a encontrar con él. Cuando cada hermosura que viera le daba ganas de ser compartida con él. Cuando no había podido aun aclararse eso de la desconexión. Cuando no había resuelto aun si tuviera más que ver con él o con ella misma. Cuando llovía sin parar en Madrid. La ciudad del cielo siempre azul.








Rencontre à travers le temps (V)
 

C’était que la déconnexion avait à voir avec l’inédit. Avec cette chose de la présence quand elle n’a plus rien à voir avec le pouvoir - de l’un sur l’autre. Quand il n’est plus question de possession - je t’aime je t’ai je t’attache. Quand il est plutôt question de géographie, de voyage. J’ai fait toute cette route parce que je voulais connaitre cette terre. Parce que j’ai la curiosité de ça. Ce désir. Rien à voir avec la Conquête. Par pour t’expulser de ta terre et m’y installer. Pas pour violer la femme indigène. Juste pour visiter quelque chose de différent à ce que je connais. Différent mais convergent. Complémentaire. Pas complètement étranger non plus. Venir chez l’autre pour essayer de coexister avec la véritable altérité. Celle qui a toujours manqué. Et qui attire pour ça. Terra incognita.

Elle avait passé son examen de danse et elle était allée à Madrid. Elle était allée à Madrid parce qu’elle avait besoin de renouer le fil déchiré par la mort du miroir. Parce qu’elle avait besoin de revenir au lieu originaire. Là où tout avait commencé. Là où tout avait commencé pour de vrai. Avec le désir. Juste avant de le rencontrer, lui. Aussi. Année 2001. Septembre. Juste après la chute des Tours Jumelles. Le jour de l’explosion de Toulouse. Juste après l’au-delà de l’autodestruction personnelle, et la rupture avec tout. Le premier épuisement intellectuel, aussi. La première expérience extrême de l’écriture théorique. Ecriture, Littérature, Art. La rupture. Avec tout. Tous. Larguer les amarres. Toutes. Cas de force majeure. Changer même de langue. Commencer, surtout, par changer de langue. Là où le soleil, là où rencontrer avec qui parler de littérature, où trouver la façon de faire des études de philosophie sans que personne ne l’interdise, où trouver une vraie prof de danse, la première, là où elle a commencé à aimer le vin, là où rencontrer des artistes. Là où être loin. Pour la première fois. 

Elle avait besoin, aussi, de rencontrer la fille de son amie écrivain née un an plus tôt. De pouvoir montrer à son amie comme elle était sortie de la mort. Elle avait besoin, aussi, de revoir son frère de butoh. De voir ce qu’il était devenu. Ses projets artistiques. Et aussi, qu’il lui rappelle, lui, qu’ils s’étaient vus, oui, en 2010. Alors qu’elle ne s’en souvenait pas. Alors qu’elle se souvenait toujours de tout. A cause de cette chose de la mort. Elle avait besoin de revenir à ce qu’elle avait de plus précieux. De revenir là où tout avait commencé. La fin de l’acte un. L’échappée des liens malsains. 

Elle était en train de revenir chez elle alors qu’elle venait juste de le retrouver, lui. Alors que tout ce qu’elle voyait de beau lui donnait envie de le partager avec lui. Alors qu’elle n’avait pas encore pu tirer au clair cette histoire de déconnexion. Alors qu’elle ne savait toujours pas si ça avait davantage à voir avec lui ou avec elle-même. Alors qu’il n’arrêtait pas de pleuvoir sur Madrid. La ville où le ciel est toujours bleu.



2 commentaires:

trovador errante a dit…

Aurelia, es rebueno, dan ganas de seguir y seguir leyendo, como de vivir a través de tí, como de acompañarte...tomar un café...

...y haceros una foto con Lara y Vera...

...y seguir desconectados de esa manera tan vital...tan geográfica, tan infantil...

Un abrazo y buen viaje,
Kike

Aurélia Jarry a dit…

Wouah, Kike!
Un montón de gracias! Voy a seguir este relato! Es una experiencia nueva... de lo inédito...
Es muy lindo que te guste.
Beso.